Cuando llega la noche llegan las lagrimas guardadas durante le día. Las penas se hacen más reales y nos damos cuenta de que nos encontramos solos. Agotados de luchar para nada, darlo todo y no ver los frutos.
La noche que tan bonita es, puede ser el momento más triste del día, tenemos tiempo para pensar.
Supongo que vemos la noche de distinta manera dependiendo de cómo nos encontremos, yo esta noche me siento sola, insignificante, como una mota de polvo que descansa sobre el libro que nunca sale de la estantería. Una persona más en el mundo que camina sin dejar huella. Deseando que algún día las cosas cambien a mejor.